Es tiempo de plantar ajos, te contamos cómo hacerlo y los beneficios que te aporta
Si hay una especie estrechamente ligada y presente en nuestra gastronomía esa es el ajo. En la cocina mediterránea, y más concretamente en la española, usamos ajo para muchas de nuestras recetas: lo echamos a los sofritos, guisos de carne y pescados, también en platos fríos como el gazpacho o el ajoblanco.
El ajo nos gusta por el sabor que aporta, pero también por las innumerables propiedades que desde hace siglos se le atribuyen y que ha hecho que sea utilizado con fines medicinales en diferentes culturas. Y es que este alimento contiene alicina, un compuesto con propiedades medicinales, además de poseer un valor nutritivo alto, pocas calorías y propiedades antioxidantes.
Si quieres disfrutar de los beneficios del ajo, esta es la época idónea para comenzar a plantarlo. Te contamos todas las claves:
Época de plantación:
Los dientes hay que plantarlos entre octubre y final de enero, preferiblemente cuando la luna esté en su fase menguante.
Marco de plantación:
De 15 cm entre plantas y 25 entre línea. Si se quieren recoger algunos tiernos y otros secos, se puede hacer más densa la siembra y al recoger los tiernos a modo de aclareo.
Necesidades hídricas:
Preferible riegos profundos. Pero debemos evitar el encharcamiento, que puede favorecer que se pudra la planta.
Ciclo de cultivo:
Como el periodo de plantación es amplio, su ciclo depende de si ha sufrido mayor o menor periodo de frío, y si queremos recogerlos secos o tiernos. Teniendo en cuenta esto, un dato orientativo es:
- Entre 120 días para el ajo tierno.
- Entre 150-180 días para el ajo seco. El amarilleamiento de las hojas es un buen indicador para su recogida. Es preferible cosechar en luna menguante.
Cuidados y tareas de cultivo:
- Importante, en el caso de los ajos secos, “destallar” el tallo principal para evitar la floración del ajo y, por tanto, favorecer el crecimiento del bulbo.
- Este tallo se puede utilizar también como ajo tierno.
- La roya del ajo es la enfermedad de las hojas que más daño provoca en este cultivo. Puedes identificarla por las costras de forma circular-ovalada de 1 a 3 milímetros de largo y color anaranjado que aparecen sobre la superficie de las hojas. Para prevenirla es necesario mantener el terreno limpio de maleza y de restos de ajo-puerro de anteriores cultivos, cultivarlos en terreno suelto y ampliar el marco de plantación para favorecer la aireación.
- Aplica riegos espaciados y profundos, dando tiempo a que seque el suelo.
- El extracto de cola de caballo y de ortiga es un buen tratamiento preventivo cuando empieza a crecer el tallo de forma más vigorosa. Si a pesar de todo localizamos ataque de roya aplicar también fungicida a base de cobre.